Tras el
gran éxito que la compañía Disney estaba
teniendo alrededor de todo el mundo a principios del siglo XX con su estilo de cine de animación, Japón no
pudo quedarse atrás y es así que en 1914 se dan los primeros experimentos en
este ámbito pero no es hasta 1917 que sale a la luz el primer corto animado.
Oten
Shimokawa es quien realizo este primer corto titulado Imokawa Mukuzou (El
Portero) con una duración de cinco minutos, en este mismo año se sumaron dos
pioneros más para este naciente tipo de cine en Japón.
Junichi
Kouchi realizó un corto titulado Hanahekonai Meitou no Kani (El sable nuevo y
flamante), y Seitarou Kitayama, realizó Sarukani Gassen (La guerra de monos y
cangrejos).
Kitayama,
trabajó en animación hasta que en 1918 logró el primer éxito mundial de la
animación japonesa con Momotarou (El Chico Durazno). Noburu Ofuji, en 1927,
realizó Kujira, La ballena en papel semitransparente, cuyo resultado recuerda
las siluetas de Lotte Reiniger. En 1952 rodó remake de La ballena. Yasuji
Murata empleó acetatos en El hueso del pulpo, 1927, donde recreó un mundo de animales
antropomórficos.
En 1931
Kenzo Masaoka realizó sonora, Chikara to onna no yo no naka, El mundo del poder
y de las mujeres, primer animado sonoro japonés, en el que utilizó parcialmente
celuloide, muy caro en Japón en aquellos momentos. En 1935, Mitsuyo Seo, uno de
los grandes pioneros en animación del país, que había sido dibujante para Kenzo
Masaoka, realizó varias películas propagandísticas en torno al conflicto
chino-japonés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario